Cómo se agradecen los platos calentitos en días frescos. A mi me encantan. Además los platos de cuchara suelen ser económicos, completos y muy muy ricos. Si Popeye pillara este potaje dejaría de comer espinacas directamente de la lata.
Este potaje en concreto tiene un gran valor nutricional. Por un lado las espinacas nos aportan minerales, vitaminas y además son ligeras; los garbanzos fibra y y otros tantos minerales además de proteínas; las patatas potasio entre otros minerales y muchas vitaminas. Así que no hay excusa para no probar este guiso rico que nos da energía para afrontar el frío.
INGREDIENTES (3 - 4 pax)
- 300 gr. de espinacas frescas
- 250 gr. de garbanzos cocidos
- 2 patatas medianas/ grandes
- 1 tomate picado
- 1/2 cebolla picada
- pimentón dulce
- pimentón picante
- AOVE (aceite de oliva virgen extra)
- sal
- agua
- azafrán / colorante
ELABORACIÓN
- En una olla grande ponemos un fondo de aceite a calentar y cuando esté caliente pochamos en él la cebolla hasta que esté transparente, entonces añadimos el tomate y sofreímos durante unos minutos.
- Cuando la cebolla y el tomate estén listos, incorporamos las patatas peladas y cortadas en trozos medianos* a la olla. Salamos un poco y añadimos los dos tipos de pimentón y damos una vueltitas a todo durante un par de minutos.
- Pasado este tiempo cubrimos todo con agua, añadimos las espinacas y subimos el fuego a alto. En cuestión de 2 minutos veremos nuestras espinacas menguar y ya cabrá todo cómodamente en la olla. Bajamos el fuego, añadimos el azafrán y dejamos cocer todo a fuego medio unos 8-10 minutos. Rectificamos de sal si es necesario.
- Cuando queden unos 5 minutos añadimos a la olla los garbanzos cocidos para que cojan calor y se mezclen e impregnen del sabor y el aroma del resto de los ingredientes. Servimos caliente.
* Para este potaje es mejor 'romper' la patata en vez de cortarla ya que así conseguiremos que el almidón espese el guiso y tenga un textura diferente. Para ello cogeremos la patata entera, metemos un poco la hoja del cuchillo en ella, pero en vez de hacer un corte, rompemos el trozo, es decir como si estirásemos para arrancarlo.
Angi